domingo, 7 de diciembre de 2008

Una película para conmover.

Acabo de ver la película "Teresa de Calcuta" en Canal Sur televisión.

En tiempos de nihilismo y vacío, es necesario refrescarse bebiendo esperanza de esta mujer que la devolvió a tantos deshauciados.
Olivia Hussey interpreta a la Beata Teresa de Calcuta


La serie de 3 horas dedicada a Madre Teresa nunca se emitió en nuestro país. Lo que llega ahora a la gran pantalla es una versión para cine, mucho mas breve y ágil que la de television, que se ve con comodidad. Es una pelicula luminosa y sonriente, como la misma Madre Teresa, que conmueve y emociona y nos hace plantear la pregunta de para qué vivir y de cómo vivir.La película denuncia la miseria, pero no recurre al asco o al feísmo para escandalizar al espectador. Pueden verla niños sin asustarse de nada, y de hecho los niños abundan en sus imagenes como símbolo y realidad de un futuro esperanzado. Algunos fotogramas y el uso de la música pueden resultar algo efectistas, buscando la emoción rápida, pero eso no es raro en el cine actual y se mantiene dentro de una mesura aceptable.La fotografia de Giovanni Galasso es preciosa y muy humana. La sensibilidad de Fabrizio Costa para las peliculas religiosas se plasma en su juego continuo con las luces blancas de los saris que visten las hermanas, las sonrisas de monjas y niños, y el contraste con las mareas humanas de piel oscura. Es una película que insiste en los primeros planos, y eso hace más meritorio el buen trabajo de maquillaje que convierte a Olivia Hussey, que hoy tiene 52 años, en la Teresa de mediana edad de los años 50 o en la Teresa anciana de los 90.
Y la película, después de todo, se centra en Teresa. Y Teresa se centra en Jesús. Se reflejan los contextos culturales, la pugna entre musulmanes e hindúes, las dificultades burocráticas, la prensa siempre a la búsqueda de un escándalo en torno a la santa en vida... Pero sobre todo se refleja la relación de Teresa con Cristo, que como hoy sabemos fue difícil.Durante muchos años Teresa sirvio a su Señor desde la noche oscura del alma, sin notar su Amor en el corazón, sin oír sus respuestas en la oración. Miles de personas atendidas por ella sentían consuelo, amor, acogida, sanación... mientras que todo esto le era denegado a Teresa. Pero ella seguía adelante, tozuda. Empezo atendiendo a un pobre y Dios hizo crecer su obra para ayudar a cientos de miles. La película lo explica con sus palabras: "yo soy un lapiz, Dios es el que escribe".Como a tantas otras mujeres increibles en la historia de la Iglesia, a la fundadora pronto se le suman jóvenes intrépidas que transformarán la sociedad. Primero, Calcuta. Luego, incluso el Vaticano, cuando Pablo VI les permite abrir un servicio para los pobres de Roma. La película sabe conjugar la épica de lo cotidiano con el poder alegre de la Providencia.Ojala el público español respalde con su asistencia esta pelicula que tocará su corazón y lo acercará al misterio del amor por el servicio y la donación. Quizá así alguien en España se anime a hacer películas como las que -gracias a Dios- nos llegan al menos de Italia y algunos otros paises europeos.

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