"Los críticos de la RSE creen que la "Responsabilidad Social Empresarial" no aguantará la crisis. Además, tienen muchas ganas de demostrar que tienen razón y están a la caza de la primera empresa que consideren que, con la excusa de la crisis, recorte su acción social o deje de publicar una memoria de RSE."
Seguramente no vayan a tardar mucho tiempo en cazar alguna. Pero los mismos argumentos que utilizan caen por su propio peso y demuestran que ni ellos ni la empresa cazada ha comprendido realmente la esencia de la RSE.Soy de la opinión de que la RSE no es una novedad y siempre ha sido una clave para que el éxito de cualquier empresa perdure en el tiempo. Lo que es realmente nuevo ahora es la velocidad exponencial de los cambios que estamos viviendo y este es el principal motivo de la creciente importancia que ha tomado la RSE. Nos ha tocado a vivir en un tiempo sin tiempo. Hoy más que nunca, la sostenibilidad de cualquier empresa depende de su capacidad de adaptación a los múltiples cambios que se vayan presentando, y cada vez, éstos mismos son más rápidos y en ocasiones totalmente insospechados.Ya no hay tiempo para tomar decisiones pausadas. Los ejecutivos de hoy tienen que ser ágiles y rápidos para tomar decisiones acertadas basadas en la mejor información de la que disponen en cada momento. Precisamente en este entorno toma gran importancia para la empresa el diálogo activo y la interrelación con sus grupos de interés, el ADN de la RSE y de una empresa realmente responsable y sostenible. Este tipo de ADN las empresas o lo tienen o no lo tienen. Si no lo tienen, no importa las acciones sociales que apoyen, ni cuantas memorias de RSE pubiliquen, ni con qué guía las elaboren. A la larga, la tienen que integrar en su forma de gestión o tendrán sus días contados. Otro factor clave es la innovación. Innovación es sinónimo de cambio, y las empresas del futuro ya están acostumbradas a trabajar en un entorno de cambio constante. La gestión de la sostenibilidad es la única forma responsable y ética de gestionar una empresa para aportar valor añadido a sus grupos de interés. Nadie ha dicho que sea una tarea fácil, más aún en el panorama actual. Pero, hoy en día una empresa que ignora la importancia de la innovación y la gestión del cambio tiene poco futuro. Como Albert Einstein decia, “no podemos resolver problemas pensando de la misma manera de que cuando los creamos”, y precisamente la crisis actual no ha sido generada por la RSE, sino todo lo contrario, por la falta de RSE. Por lo tanto, estoy convencido de que la cuestión no es si la RSE aguantará, sino si la RSE va a ser la parte clave de la solución.
Seguramente no vayan a tardar mucho tiempo en cazar alguna. Pero los mismos argumentos que utilizan caen por su propio peso y demuestran que ni ellos ni la empresa cazada ha comprendido realmente la esencia de la RSE.Soy de la opinión de que la RSE no es una novedad y siempre ha sido una clave para que el éxito de cualquier empresa perdure en el tiempo. Lo que es realmente nuevo ahora es la velocidad exponencial de los cambios que estamos viviendo y este es el principal motivo de la creciente importancia que ha tomado la RSE. Nos ha tocado a vivir en un tiempo sin tiempo. Hoy más que nunca, la sostenibilidad de cualquier empresa depende de su capacidad de adaptación a los múltiples cambios que se vayan presentando, y cada vez, éstos mismos son más rápidos y en ocasiones totalmente insospechados.Ya no hay tiempo para tomar decisiones pausadas. Los ejecutivos de hoy tienen que ser ágiles y rápidos para tomar decisiones acertadas basadas en la mejor información de la que disponen en cada momento. Precisamente en este entorno toma gran importancia para la empresa el diálogo activo y la interrelación con sus grupos de interés, el ADN de la RSE y de una empresa realmente responsable y sostenible. Este tipo de ADN las empresas o lo tienen o no lo tienen. Si no lo tienen, no importa las acciones sociales que apoyen, ni cuantas memorias de RSE pubiliquen, ni con qué guía las elaboren. A la larga, la tienen que integrar en su forma de gestión o tendrán sus días contados. Otro factor clave es la innovación. Innovación es sinónimo de cambio, y las empresas del futuro ya están acostumbradas a trabajar en un entorno de cambio constante. La gestión de la sostenibilidad es la única forma responsable y ética de gestionar una empresa para aportar valor añadido a sus grupos de interés. Nadie ha dicho que sea una tarea fácil, más aún en el panorama actual. Pero, hoy en día una empresa que ignora la importancia de la innovación y la gestión del cambio tiene poco futuro. Como Albert Einstein decia, “no podemos resolver problemas pensando de la misma manera de que cuando los creamos”, y precisamente la crisis actual no ha sido generada por la RSE, sino todo lo contrario, por la falta de RSE. Por lo tanto, estoy convencido de que la cuestión no es si la RSE aguantará, sino si la RSE va a ser la parte clave de la solución.
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