Siendo este periódico un lugar destacado para la Innovación y las Nuevas Tecnologías, y que día a día va llegando a más rincones, no podía mantenerse al margen de algo tan importante en nuestras vidas como es la Etica. Además, curiosidades de la vida, a este nuestro apasionante y convulso sector llevamos años llamándolo, para los entendidos y los esforzados del sector, las TIC.
O sea, que nos encontramos a las TIC en el centro de la e-TIC-a.
Permítanme esta pequeña licencia, para unir dos temas tan serios, tan apasionantes y tan necesarios en la vida de todos nosotros, en nuestro día a día, y lo que es más importante, en nuestro futuro y en la sostenibilidad de nuestro mundo.
Si bien, Etica Consultores nace como acrónimo de Excelencia, Talento, Innovación y Conocimiento en Andalucía, si que tenía claro desde el origen que la fuerza y el significado del concepto de la Etica, es una bandera y un código que no solo dirige nuestras actuaciones, sino que merece la pena ser diseminado, contado, impregnado y sembrado entre aquellas organizaciones con quienes nos relacionamos constantemente.
En nuestro mundo organizacional (empresas, instituciones, administraciones públicas), estamos dando tímidos avances en la normalización de prácticas de etica, responsabilidad y buen gobierno, que vienen amparadas bajo el marco de la Responsabilidad Social Corporativa o Empresarial (RSC ó RSE) que yo prefiero denominar RSO, por alcanzar a los otros sistemas de relación antes mencionados. Precisamente, nuestra Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, dentro del P.I.M.A. destina un lugar especial a las ayudas para la asistencia técnica en la Certificación de la Norma SA8000, siendo por tanto una muestra responsable de las políticas de una Administración.
Pero mi mención especial, por estar en esta nuestra Andalucía, quiero que sea para nuestras PYMES, que son el motor de nuestra economía, de nuestra sociedad y por ende, de nuestro bienestar, y son ellas las que no pueden permitirse estar al margen de la Etica y de la Responsabilidad.
Tiempo habrá, en posteriores apariciones, para desarrollar este nuevo escenario que normas como la SA8000 o la SGE21 están impulsando, pero lo que está claro es que el campo debemos irlo preparando desde todos los frentes, desde todos los actores sociales.
Recientemente, tuve la oportunidad de reunirme con un destacado parlamentario andaluz que encabeza la iniciativa para la creación de un grupo de trabajo en sede parlamentaria que proponga al Gobierno de la Junta de Andalucía, medidas para el desarrollo de la Responsabilidad Social en las PYMES andaluzas. Esto es, sin duda, otra actitud responsable de nuestros representantes públicos, pero para seguir impulsando a Andalucía a los niveles de competitividad, de desarrollo y de bienestar deseados, no podemos solo esperar que nuestras iniciativas sean subvencionadas o apalancadas.
La mayoría de nuestras empresas, en gran medida son socialmente responsables, ya que no solo tienen la aspiración lógica y lícita del beneficio en la actividad como indicador clave de la permanencia en la actividad, sino que en su proceder, suelen ser respetuosas con el medio ambiente, cumplidoras de la legislación y en tercer lugar, en cuanto a la dimensión social, son igualmente acatadoras de las regulaciones. Quizá ahí está el matiz y el factor diferencial. La responsabilidad social, como factor de diferenciación y en última instancia, como factor de sostenibilidad, debe contemplarse como una identificación y puesta en práctica de acciones, medidas, políticas y estrategias que vayan más allá de lo obligatorio, de lo normalizado. Hace poco, reunido con el profesor Gómez García, de la Facultad de Económicas, me permitía hacer uso de un termino acuñado por él que no es otro que la “Estratética”, que como pueden deducir significaría llevar la Etica al centro mismo de la “planificación estratégica” de una organización. Fue para mí altamente gratificante comprobar, tantos años después de haber salido de esas aulas, como la Etica es ya parte inherente de la formación de nuestros futuros empresarios y emprendedores, esos que tendrán que pilotar tanto la Segunda Modernización de Andalucía, como el liderazgo al que todos aspiramos como ciudadanos comprometidos con nuestra tierra y con nuestro mundo.
De momento, hay que reconocer también la aportación de nuestras grandes empresas (entidades de crédito, eléctricas, industrias, etc) en la divulgación de estos conceptos de responsabilidad y buen gobierno, a través de las publicaciones de las Memorias de Sostenibilidad y los informes GRI, que sin duda, están marcando el camino a nuestras PYMES.
Y en medio de todo este escenario, estamos todos y cada uno de nosotros, porque como decía al principio, la ética está al alcance de todos.
(1) SA8000 es una norma auditable de la SAI (Social Accountability Internacional)
(2) SGE21 es una norma del Sistema de Gestión Etica redactada por Forética
O sea, que nos encontramos a las TIC en el centro de la e-TIC-a.
Permítanme esta pequeña licencia, para unir dos temas tan serios, tan apasionantes y tan necesarios en la vida de todos nosotros, en nuestro día a día, y lo que es más importante, en nuestro futuro y en la sostenibilidad de nuestro mundo.
Si bien, Etica Consultores nace como acrónimo de Excelencia, Talento, Innovación y Conocimiento en Andalucía, si que tenía claro desde el origen que la fuerza y el significado del concepto de la Etica, es una bandera y un código que no solo dirige nuestras actuaciones, sino que merece la pena ser diseminado, contado, impregnado y sembrado entre aquellas organizaciones con quienes nos relacionamos constantemente.
En nuestro mundo organizacional (empresas, instituciones, administraciones públicas), estamos dando tímidos avances en la normalización de prácticas de etica, responsabilidad y buen gobierno, que vienen amparadas bajo el marco de la Responsabilidad Social Corporativa o Empresarial (RSC ó RSE) que yo prefiero denominar RSO, por alcanzar a los otros sistemas de relación antes mencionados. Precisamente, nuestra Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, dentro del P.I.M.A. destina un lugar especial a las ayudas para la asistencia técnica en la Certificación de la Norma SA8000, siendo por tanto una muestra responsable de las políticas de una Administración.
Pero mi mención especial, por estar en esta nuestra Andalucía, quiero que sea para nuestras PYMES, que son el motor de nuestra economía, de nuestra sociedad y por ende, de nuestro bienestar, y son ellas las que no pueden permitirse estar al margen de la Etica y de la Responsabilidad.
Tiempo habrá, en posteriores apariciones, para desarrollar este nuevo escenario que normas como la SA8000 o la SGE21 están impulsando, pero lo que está claro es que el campo debemos irlo preparando desde todos los frentes, desde todos los actores sociales.
Recientemente, tuve la oportunidad de reunirme con un destacado parlamentario andaluz que encabeza la iniciativa para la creación de un grupo de trabajo en sede parlamentaria que proponga al Gobierno de la Junta de Andalucía, medidas para el desarrollo de la Responsabilidad Social en las PYMES andaluzas. Esto es, sin duda, otra actitud responsable de nuestros representantes públicos, pero para seguir impulsando a Andalucía a los niveles de competitividad, de desarrollo y de bienestar deseados, no podemos solo esperar que nuestras iniciativas sean subvencionadas o apalancadas.
La mayoría de nuestras empresas, en gran medida son socialmente responsables, ya que no solo tienen la aspiración lógica y lícita del beneficio en la actividad como indicador clave de la permanencia en la actividad, sino que en su proceder, suelen ser respetuosas con el medio ambiente, cumplidoras de la legislación y en tercer lugar, en cuanto a la dimensión social, son igualmente acatadoras de las regulaciones. Quizá ahí está el matiz y el factor diferencial. La responsabilidad social, como factor de diferenciación y en última instancia, como factor de sostenibilidad, debe contemplarse como una identificación y puesta en práctica de acciones, medidas, políticas y estrategias que vayan más allá de lo obligatorio, de lo normalizado. Hace poco, reunido con el profesor Gómez García, de la Facultad de Económicas, me permitía hacer uso de un termino acuñado por él que no es otro que la “Estratética”, que como pueden deducir significaría llevar la Etica al centro mismo de la “planificación estratégica” de una organización. Fue para mí altamente gratificante comprobar, tantos años después de haber salido de esas aulas, como la Etica es ya parte inherente de la formación de nuestros futuros empresarios y emprendedores, esos que tendrán que pilotar tanto la Segunda Modernización de Andalucía, como el liderazgo al que todos aspiramos como ciudadanos comprometidos con nuestra tierra y con nuestro mundo.
De momento, hay que reconocer también la aportación de nuestras grandes empresas (entidades de crédito, eléctricas, industrias, etc) en la divulgación de estos conceptos de responsabilidad y buen gobierno, a través de las publicaciones de las Memorias de Sostenibilidad y los informes GRI, que sin duda, están marcando el camino a nuestras PYMES.
Y en medio de todo este escenario, estamos todos y cada uno de nosotros, porque como decía al principio, la ética está al alcance de todos.
(1) SA8000 es una norma auditable de la SAI (Social Accountability Internacional)
(2) SGE21 es una norma del Sistema de Gestión Etica redactada por Forética
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