El punto

Ayer iba camino del gimnasio O2 mientras escuchaba en la radio, la tertulia matinal de la SER, en la que Sergi Arola (http://www.sergiarola.es/) y Monserrat Dominguez hablaban sobre el punto.

Existen muchos puntos, hablando de gastronomía. El punto de sal, el punto que darle a la carne (hecha, medio hecha, casi cruda). El arroz también necesita su justo punto de cocción, y qué decir de la pasta, aunque los italianos (tan espabilados como siempre en esto del marketing) hayan popularizado el término "al dente" para referirse a ese mismo estado. Y hasta el pescado tiene su punto, porque no hay pecado mayor que cargarse una buena lubina o un buen rodaballo.

Hay otros puntos con los que seguir haciendo las rectas (o curvas, según toque).

Puntos G, (http://www.youtube.com/watch?v=RiCvnXr4DqQ) puntos sin retorno, puntos filipinos, punto y comas, puntos de partida, puntos a favor y puntos en contra.

Nadal consigue muchos, aunque él los convierte en juegos, sets y partidos. Hoy no ha podido ser ante Murray, pero habrá más ocasiones de seguir haciendo puntos y más puntos.

Y hablando de liderazgo y de management, también hay puntos. Hay formas de hacerlo bien, de llegar a la cota adecuada, de liderar y liberar el talento en tu organización. Alcanzar el punto adecuado es necesario para llegar al equilibrio financiero, para alcanzar un buen clima laboral, para establecer una buena relación con los clientes, con los accionistas o con los aliados estratégicos. El punto es necesario para que un buen coach dirija la relación con su pupilo, obteniendo los mejores resultados.

En fin, que está claro que aunque un definición de punto sea "la unidad mínima de información visual", sin embargo, llegar exactamente a ese sitio, a ese punto (de nuevo) es lo que diferencia el ser o no ser, el estar o no estar, el si o el no, el llegar o no llegar. PUNTO y final.