El texto - que recibió el visto bueno del consejo de administración el 19 de marzo- aglutina los valores, principios y las normas de conducta de la entidad. Los valores que refleja el nuevo código son los de confianza, compromiso social y excelencia en el servicio. Estos valores tienen su reflejo en unos principios de actuación que se resumen en integridad, confidencialidad, respeto por las personas y las culturas, responsabilidad personal, transparencia, trabajo en equipo, servicio a los clientes y responsabilidad social.
El anterior código iba dirigido a los empleados y hacía hincapié en su actuación profesional, mientras que el nuevo va más allá, supone un compromiso público de La Caixa y tiene en cuenta los acuerdos de la entidad con organismos internacionales, asumiendo normas como el pacto Mundial o los principios de Ecuador.
Otro de los motivos del cambio es que desde que en 1990 se implantó el anterior código la sociedad ha evolucionado y ahora tiene nuevas sensibilidades, como la medioambiental o la de igualdad de género.
La Caixa también ha cambiado. Por ejemplo, su plan estratégico prevé el desarrollo del negocio de empresa, de banca privada e internacional, y eso ha motivado la incorporación de nuevas normas". En el nuevo redactado tiene especial importancia la labor desarrollada a través de la Obra Social como mecanismo para revertir en la sociedad una parte de los beneficios obtenidos con la actividad financiera. Sólo este año el presupuesto de obra social es de 500 millones de euros, igual que en el ejercicio pasado, pese a la actual coyuntura financiera.
Así, La Caixa se mantiene como la entidad líder en España en obra social y una de las primeras en el mundo. En esta misma línea, destaca la actividad realizada a través de MicroBank, el banco de La Caixa que da microcréditos para ayudar a fomentar la actividad productiva, la creación de empleo y el desarrollo personal.
El texto aprobado exige a los empleados de la entidad la satisfacción de los clientes. Actualmente, La Caixa es una entidad con un nivel bajo de quejas. La ratio de quejas por cada mil millones de euros de negocio es del 0,2, la más baja entre los grandes bancos y cajas de ahorros. La lucha contra el blanqueo de capitales merece también un capítulo, en que se establece la obligatoriedad por parte de los empleados, directivos y administradores de luchar contra ese delito. Para conseguirlo, la entidad ofrecerá a sus empleados una formación específica.
Otro de los aspectos que recoge es la protección de la información personal y privada de clientes, así como la transparencia. La entidad también anima a sus empleados a participar en actividades comunitarias.
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